En Buenos Aires Guarda, desde hace años nos dedicamos a brindar soluciones de almacenamiento para empresas y para particulares, poniendo a su disposición boxes con diferentes medidas que se adaptan a sus necesidades de guardado. Aunque nuestros clientes son diversos como así también lo son los materiales que guardan, existen algunos elementos que todos tienen en común. Uno de ellos son las cortinas. No importa el tipo de industria a la cual se dedique una empresa o el tamaño del hogar que una persona tenga, todos tienen en sus instalaciones algún tipo de cortinado. Sin embargo, cuando llega la hora de guardar este elemento, la mayor parte de quienes confían en nosotros se encuentran con un inconveniente: no saben cómo hacerlo. Para resolver esta problemática, recurrimos a Leloy, la compañía que diseñó e instaló los sistemas automatizados de cortinas en nuestras oficinas.
Además de cortinados elegantes, eficientes y residentes, esta empresa nos enseñó 3 técnicas para almacenar cortinas.
- Doblarlas
Se trata de una manera muy simple de guardarlas y hacer que ocupen poco espacio, sobre todo si se trata de tejidos leves y que no pesan. Para utilizarla, es necesario doblarlas por la mitad tratando de que se genere el menor número de pliegues posibles, para que no se arruguen y evitar presionar la tela mientras se dobla.
- Enrollarlas
Es decir, formar tubos con ellas para que no se marquen con los pliegues de los dobleces. Es perfecta para cortinas con telas delicadas. Si se opta por esta técnica, hay que conseguir un tubo de almacenamiento que se adapte al formato de las cortinas y que sea hermético.
- Colgarlas
Por último, usar perchas es otra de las formas de almacenar cortinas. Si se opta por esta metodología, es necesario encontrar una percha que soporte el peso del cortinado y utilizar un plástico protector para cubrirla y evitar que se llene de polvo.